El envejecimiento es una de los aspectos inevitables en la vida de cualquier persona lo define la doctora Margaret Chan, directora general de la OMS (organización Mundial De La Salud), en el “informe mundial del envejecimiento y la salud” publicado en 2015, como el “Proceso fisiológico que comienza en la concepción y ocasiona cambios en las características de las especies durante todo el ciclo de la vida; esos cambios producen una limitación de la adaptabilidad del organismo en relación con el medio. Los ritmos a que estos cambios se producen en los diversos órganos de un mismo individuo o en distintos individuos no son iguales”.

Para ello el proceso de envejecimiento engloba muchos aspectos como es el físico, psicológico y social, por lo que es importante saber el progreso del mismo, para así estudiar las variables que mejoran la vida cotidiana de la persona (Alvarado García et al, 2014).

Uno de los principales problemas de las personas en relación al envejecimiento es que se puede creer que al llegar a este periodo el ritmo de vida tiende a ser más fácil y con menor actividad y por consiguiente favorecen la aparición del sedentarismo (Trew, M., & Everett, T. 2006). Aunque a pesar de esta aceptación en la mayoría de la gente, los cambios por la inactividad son previsibles y reversibles (Williams et al., 2002).

Para ello vamos a observar de manera más específicas las modificaciones que se produce cuando se va entrando a una edad avanzada y el cuerpo sufre algunos cambios. Estas modificaciones tienen un carácter multifactorial, ya que sumando a las alteraciones físicas que son las más visibles, tendríamos que añadir también, factores como psicológicos, cognitivos y también sociales y las consecuencias que todo ello implica.

• Alteraciones cardiovasculares: La función del sistema cardiovascular se modifica con la edad, El tamaño del corazón se ve reducido y como consecuencia el tamaño de los vasos sanguíneos, es que las paredes de las arterias pierden elasticidad, por lo que, se produce un aumento de la presión arterial aumentando el riesgo de mortalidad la persona.
• Alteraciones al sistema respiratorio: el tejido elástico de la caja torácica va disminuyendo por lo que el problema en la espiración se altera ya que no tiene el suficiente volumen para realizar una respiración completa.
• Alteraciones a nivel muscular: A medida que vamos envejeciendo las consecuencias funcionales derivadas de la sarcopenia pueden ser:
  • Se reduce la potencia muscular que produce un mayor riesgo en las caídas y en las fracturas.
  • Disminuye la resistencia muscular que tiene como consecuencia una mayor fatigabilidad y dificultad de la práctica de ejercicio.
  • Disminuye la fuerza que produce una mayor dificultad para realizar las actividades de vida diaria

• Alteraciones neurológicas: Desde el punto de vista neurológico se pueden observar los siguientes mecanismos posibles (M. Izquierdo, 2008). En unos casos se trata de modificaciones en las aferencias sensitivas, en otros casos de retrasos en el proceso de estimulación y conducción de la señal nerviosa a los músculos con la respuesta apropiada y finalmente de alteraciones en los patrones de reclutamiento muscular.
• Alteraciones en los aspectos cognitivos: Se define la alteración cognitiva aquella que afecta o está relacionada con el conocimiento, entendiendo éste como el cúmulo de información que se dispone para un proceso de aprendizaje y experiencia. En el anciano hay un deterioro cognitivo importante Salthouse (2012).
• Alteraciones en el aparato locomotor y biomecánico: Uno de los principales problemas es la disminución del rango de movimiento en las articulaciones, por la pérdida del tejido conjuntivo, y ésta perdida en el tejido puede provocar que los rangos de movimiento no sean normales y se vean alteradas las diferentes articulaciones del cuerpo.

Todas estas alteraciones fisiológicas que sufre nuestro organismo durante el envejecimiento, observamos que es posible mejorarla a través del ejercicio, como se describe a continuación.

• Mejoras en el sistema cardiovascular: El ejercicio físico puede mantener adecuadamente el sistema nervioso autónomo. Uno de los efectos más notables del entrenamiento sobre el sistema cardiovascular es la presencia de bradicardia en reposo, junto con una reducción menor pero significativa en la presión arterial media (María Teresa La Rovere MD et al, 2014) y de esta forma, mantener la salud cardiovascular y prevenir enfermedades (Blair, SN et al 2009)
• Mejoras en el sistema respiratorio: inspiraciones y exhalaciones para movilizar los músculos de la pared torácica. Ejercicios para fortalecer los músculos abdominales y diafragmáticos, intentando estar con los labios fruncidos y combinándolos con tareas «lúdicas».

• Mejoras a nivel muscular: para conseguir estas adaptaciones se debe de realizar un trabajo de hipertrofia muscular (Treuth et al., 1994) y explosiva (Häkkinen et al.,1998). También, se ha observado que si realizamos un ejercicio de resistencia con alta intensidad incrementa la fuerza (Porter et al., 2002). Pero a su vez tendríamos que calcular bien su intensidad ya que como dice (Hauer et al., 2002) es importante tener un equilibrio entre el ejercicio tan suave que sea ineficaz, como el de una intensidad alta que produzca una carga peligrosa en el corazón o en el sistema musculo esquelético, por lo que se puede llevar a una intensidad entre el 70-90%.
• Mejoras neurológicas; la rehabilitación vestibular está diseñada para restaurar la homeostasis del sistema de equilibrio (Konrad, H. R., et al, 1999), por lo que los objetivos de la rehabilitación vestibular incluyen disminuir el mareo, mejorar el equilibrio y minimizar el riesgo de caídas al mejorar la precisión del reflejo vestibuloocular, el control postural y las habilidades oculomotoras (Herdman SJ, et al, 2001) También cabe destacar la pérdida de equilibrio que se sufre en el envejecimiento por lo que es realmente importante trabajarlo, en el artículo de (Brittany A., et al 2006)

• Mejoras cognitivas: es uno de los aspectos más importantes para trabajar de manera combinada, con mayor diversidad y que tienen gran mejora para las personas mayores, por lo que es necesario realizar un trabajo específico de mejora de la condición cognitiva a través de estímulos visibles (Elaheh Azadian, et al, 2018). Por otra parte, el estudio de Sofie Heuninckx, et al 2008, mostró que aumentar el control cognitivo y el procesamiento mejorado de la información sensorial para a su vez mejorar el rendimiento motor y a su vez su ejecución.
• Mejoras aparato locomotor y biomecánico: (Mohsen Shafizadeh, et al, 2019) observaron que las intervenciones de reentrenamiento de la marcha que se han utilizado en individuos con trastorno motor, pueden proporcionar una oportunidad para que el sistema motor de un sujeto explore variantes, en definitiva, soluciones funcionales para las mejores de adaptaciones requeridas sobre las limitaciones físicas, perceptivas y cognitivas de los individuos.

Como conclusión, podemos destacar a la mejora de un envejecimiento activo:

• Recomendar la práctica de actividad física para la mejora de la salud y el bienestar, desarrollando e implementando políticas y programas para animar a las personas a que sean más activas.
• Acentuar la importancia de un estilo de vida saludable para los niños y crear conciencia de los beneficios de la actividad física.
• Crear un clima óptimo para la adherencia al ejercicio de las personas dentro de un grupo.
• Recomendar el uso correcto de las tecnologías para favorecer la realización de actividad física

Francisco Rivas Romero

Graduado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. Universidad de Castilla-La Mancha. Curso IHP/U University, correspondiente a la formación y periodización sobre el entrenamiento funcional. Readaptador de la Clínica Clifis.

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REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

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