Consecuencias a medio y largo plazo.

Con la llegada del confinamiento debido a la pandemia por la Covid-19, el teletrabajo se instauró en la mayoría de nuestros hogares. Aunque pensamos  que había venido para quedarse, vemos que muchos de nosotros hemos vuelto a nuestro centro de trabajo pero, a día de hoy, todavía hay muchos profesionales trabajando desde casa.

En la actualidad se está trabajando en leyes que lo regularicen y a buen seguro que en un corto espacio de tiempo será una nueva forma de trabajar, al menos, una parte de la jornada laboral semanal.

Esta flexibilización laboral hace que estemos ahorrando en desplazamientos, mejore nuestra conciliación familiar, etc., pero bien es verdad, que existen otras características del teletrabajo que pueden perjudicar nuestra salud y aportar consecuencias negativas a esta a medio y largo plazo.

El teletrabajo hace que seamos más sedentarios, realicemos menos actividad física que unido a una mala alimentación hace que surja el sobrepeso, entre otras enfermedades, así como problemas de salud psicológica derivados del aislamiento, la soledad y del propio estrés que genera el trabajo en sí. Reseñar también que hay personas que conviven con niños en casa y esto supone una sobrecarga más.

Todo esto puede afectarnos a nivel físico y mental.

Tenemos que estar alerta a las señales que nos permiten detectar si el teletrabajo está empezando afectarnos. Algunas de ellas son:

• No desconectar de las obligaciones del trabajo
• Incrementar la jornada laboral
• Perdida del contacto con los compañeros
• Falta de concentración
• Dolores digestivos
• Molestias musculares
• Incremento del peso
• No conciliar bien el sueño

Una vez que hemos detectado estos problemas de salud debemos buscar rutinas para prevenirlos, entre otras:

• Diseñar un espacio cómodo para trabajar en casa
• Ceñirte a la jornada laboral
• No descuidar la relación con los compañeros
• Planificar las tareas a realizar y cumplir horarios y fechas
• Ser disciplinado y constante
• Conocer técnicas de automotivación
• Practicar actividad física con asiduidad. El Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo aconseja no estar sentado más de 30 minutos seguidos: hacer pausas de unos dos minutos con actividad física ligera.
• No comer entre horas (síndrome de la patata en el escritorio) y si lo necesito, que sea sano, como la fruta y/o frutos secos.
• Relajar el cuerpo, utilizando técnicas de relajación profunda y/o relajación de músculos nos ayudara a controlar la ansiedad y el estrés.
• Se recomienda dormir entre 7 y 9 horas

Puede, aun poniendo en práctica estas rutinas te sientas superado, entonces lo más importante es pedir ayuda a un profesional.

En Clifis podemos ayudarte con nuestro equipo multidisciplinar, tanto a nivel fisioterapéutico, para valorar y tratar aquellos problemas físicos derivados de malas posturas, etc., psicológico, en cuanto ayudarte a nivel de ansiedad y estrés y en nuestra unidad del deporte, aportándote rutinas de actividad física que vengan a cambiar tus hábitos de vida.