Testimonio de Miguel Chaves, corredor; entre otras cosas.

En ocasiones, los corredores no vemos más allá de nuestras zapatillas y, quizá, ése es el mayor error que podemos cometer. Después de una década de carreras y media docena de maratones, las molestias comenzaron a hacer acto de presencia en mi día a día y mi rodilla comenzó a enviar señales de una sinovitis que, cada varias semanas, me invitaba a parar. Por ello, me decidía a hacer algo que jamás había sopesado. Frenar, recapacitar y buscar soluciones fiables. 

Obviamente, el tratamiento médico es fundamental y las visitas al traumatólogo han sido constantes, pero por primera vez me percaté de la necesidad de echar un vistazo a mi postura, a cómo mis pies se enfrentaban a cada salida y, por fin, me decidí a acudir a un podólogo especializado en actividad deportiva. En Clifis Podología encontré a Víctor Triguero y aunque mi idea inicial era realizar un estudio de carrera, desde que le conté mi caso me instó a ir paso a paso (nunca mejor dicho). La verdad es que a los corredores nos viene bien que nos frenen un poco, que alguien con experiencia nos diga qué debemos hacer por nuestro bien y que, incluso, nos quiten alguna ‘tontería’ de la cabeza. Y esto fue lo que hice Víctor: un estudio real de mi postura, un análisis fehaciente de cómo mis pies soportan mi peso y de cómo años de mala disposición postural habían venido cargando en exceso una articulación que ahora, a mis 37 años, comenzaba a enviar señales en forma de inflamación. 

Y en esas estamos, hace algo más de un mes que Víctor detectó que mi peso, por una mala posición en la zona de la cadera, no estaba bien compensado en la zancada y que lo mejor era usar plantillas. Algo que a muchos nos asustaba y que, por el momento, se ha convertido en un sólido argumento al que me agarro para tratar de reducir al máximo mis molestias y que, además, cuenta con el respaldo de mi traumatólogo. En apenas 5 semanas el peso de mi cuerpo ha pasado a distribuirse mucho mejor, y aunque aún nos queda un largo camino, parece que esa reticencia para usar plantillas se va tornando en sólido argumento para tratar de mejorar mi estado general. 

Hemos corregido la postura, estamos acostumbrando al cuerpo a correr con esas nuevas amigas y el cambio parece ir surtiendo efecto. Aun así, esto es una prueba de fondo, y no debemos sacar conclusiones a la ligera. Toca seguir experimentando. Primero hemos ido a por la postura habitual, hemos corregido la base y, después, en la segunda fase iremos a por el estudio de carrera. Pero es eso precisamente lo que aporta confianza, saber que se preocupan por ti estado, que la mejoría viene de la suma de pocos y no del atracón de muchos y que, por encima de todo, hay que primar la salud a las prisas. 

Yo, por el momento, me centro en que mis plantillas me ayuden a correr mejor y eviten que mi rodilla sufra. Esa será mi base para, poco a poco, volver a hacer ‘locuras’ con los 42 kilómetros y 195 metros, pero siempre con la supervisión y el asesoramiento de un profesional que en apenas dos sesiones ya es una voz a la que tengo muy en cuenta.

Seguiremos informando…

Queremos agradecer a Miguel su testimonio y si os sentís identificados con sus síntomas, Victor estará encantado de poder ayudaros. Solo tenéis que solicitar cita previa en el 926 27 20 81 o bien a través de WhatsApp en el 682 423 200